Descripción
Es una de las plantas de interior más resistentes que existen. Una que, añadido, cuenta con una belleza natural tan sencilla y tan singular al tiempo que se postula como la compañera perfecta para cualquier decoración. Más allá de su atractivo, los cuidados de la sansevieria son tan fáciles que disfrutar de ella en cualquier espacio es sencillo.
Su carácter rústico marca de manera determinante los cuidados de la sansevieria. Una planta oriunda de Sudáfrica también llamada «lengua de tigre» por la forma de sus hojas: afiladas y acabadas en punta, intensamente verdes con matices grisáceos y con filos amarillos en los costados. Una disposición natural de tonos que hace que conjugue a la perfección en cualquier interiorismo.
Sus necesidades de iluminación. Dado su carácter africano, la sansevieria es una planta amante del pleno sol pero nunca directo. Uno que estimula la intensidad de la coloración de sus hojas. Sin embargo y a pesar de esto, la rusticidad de esta planta es tal que también puede vivir en ambientes pobres de luz. En lo único que repercutirá esta falta es en su desarrollo: la sansevieria es una planta de crecimiento lento. Tan solo crea entre tres y cuatro hojas anualmente. Si la privamos de iluminación, generará menos hojas pero no recortará tiempo a su carácter de planta longeva.
El riego. Es importante saber que esta planta pertenece a la familia de las crasas y, por tanto, comparte los cuidados de las plantas suculentas. Por esta razón, el riego no es una de sus principales necesidades. Bastará con uno de manera puntual, siempre que el sustrato se haya secado y, a diferencia de otras plantas verdes de interior, no necesita que pulvericemos agua sobre sus hojas.